CARTAS A MIS CAPRICHOS
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Carta Segunda
II CARTA A TODAS
Cartas a mis Caprichos - Carta Segunda
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Estimadas Caprichos :
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Carta Segunda
II CARTA A TODAS
Cartas a mis Caprichos - Carta Segunda
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Estimadas Caprichos :
Espero que ya estés leyendo la primera de mis cartas y como tu, lo esten ya haciendo todas las demás. Eso significaría que Azar ha tenido a bien aceptar el compromiso que contrajo conmigo de haceros saber de mi, a todas vosotras. Muchas han sido las ocasiones en las que pensé en saber de vosotras. En tener la tentación de conocer lo que hacíais, de en donde os habíais finalmente instalado que fue de vuestros sueños o de si quizás os los dejasteis olvidados un otoño bajo las hojas caídas de las ramas de un árbol. Espero y deseo que eso nunca haya sido así para ninguna de vosotras: Mis Caprichos, ya que justo seria que la vida os hubiera premiado con sus mejores tesoros, con sus mejores caricias y sus mejores sonrisas. Del mismo modo que todas vosotras tambien los entregasteis a la vida. En el más injusto de los casos, espero que Azar nuestro Mensajero, me de buena cuenta de ello y así poderos mandar los lienzos que dejaron vuestros recuerdos, rizados entre las letras de mis cartas y así podáis recordar cuan bellas eran las acuarelas que una vez pintasteis sobre mi pecho. No dudéis nunca pedirselas al Mensajero que os la traiga, ya que las guardaré por siempre a buen refugio, por si alguna vez os hacen falta, en lo mas profundo de mi corazón: El Corazón del duende.
Sabed todas que siempre os llevaré conmigo y de cerca intentaré observaros del mismo modo que hago a menudo comtemplo como los tesoros que dejasteis en algún lugar de mis recuerdos crecen refugiados dentro de vuestras cajitas de roble. Cuido cada dia de ellas y sin duda cada día me parecen mas bonitas, mientras os mando mis mejores deseos al Alba. Sois mis miradas perdidas en el horizonte, la luz sobre la que mis ojos pasean de noche. Mis maestras de los sueños, mis rostros entre las llamas de la hoguera, mis canciones junto al fuego...
Sabed todas que siempre os llevaré conmigo y de cerca intentaré observaros del mismo modo que hago a menudo comtemplo como los tesoros que dejasteis en algún lugar de mis recuerdos crecen refugiados dentro de vuestras cajitas de roble. Cuido cada dia de ellas y sin duda cada día me parecen mas bonitas, mientras os mando mis mejores deseos al Alba. Sois mis miradas perdidas en el horizonte, la luz sobre la que mis ojos pasean de noche. Mis maestras de los sueños, mis rostros entre las llamas de la hoguera, mis canciones junto al fuego...
Sois mis preguntas a Luna,
sus respuestas a mis anhelos...
Mis deseos cumplidos ante un espejo roto.
Mis mas lindos reflejos...
Mis deseos cumplidos ante un espejo roto.
Mis mas lindos reflejos...
Mis mas puros deseos... Mis Caprichos de Duende.
Jamás olvidaré nada de aquello, jamás podré ignorar que vuestro perfume adormece todavía impregnando la piel de mi alma. Vosotras nunca renunciasteis a nada para yo por siempre aspirar a todo. Todo esas cosas, tan pequeñas cajitas de roble, que susurráis siempre a mi oído, mientras seguiis creciendo, bien justo es que ahora que en mis propio sueño vivo, tan profundo como intenso como en mi vosotras sois en mis recuerdos.
En justa deuda a vosotras pues debo y compremeti a Azar para que aceptará ser justo y fiel Mensajero de cuales son ahora mis sueños, de cuales mis anhelos. Obsequiando así yo ahora a vosotras con el milagro vivo de esa criatura que una vez hallasteis entre unos matojos, exhausto de correr buscando un rincón sereno. Desde las entrañas de este lindo Bosque deseo yo mostraros mediante estas Cartas cuan grande fue el trofeo que al Mundo entregasteis.
En justa deuda a vosotras pues debo y compremeti a Azar para que aceptará ser justo y fiel Mensajero de cuales son ahora mis sueños, de cuales mis anhelos. Obsequiando así yo ahora a vosotras con el milagro vivo de esa criatura que una vez hallasteis entre unos matojos, exhausto de correr buscando un rincón sereno. Desde las entrañas de este lindo Bosque deseo yo mostraros mediante estas Cartas cuan grande fue el trofeo que al Mundo entregasteis.
Tantos como... :
Gotas en el mar,
arena en los desiertos...
...niños en el mundo.
Esperando sentarme de nuevo a escribir de mi a vosotras, atentamente
el duende alado
