Duende cuentame un cuento...

Noble Roble, 17 de Enero de 1998



Sumido en mis dudas e incapaz de concentrarme, me acerqué al calor que la hoguera de casa para encontrar serenidad a mis pensamientos. Casi encerrado en mis sueños, me aletargaba sentado frente al fuego en mi butaca, cuando un estallido de entre las brasas me rescató. Miré hacia el fuego para comprobar de donde provenia sobresaltado, el azar de las llamas se torno aura y me mostró entre ellas la imagen una cara. Una cara en el recuerdo, la imagen de la cara de una Hada, la cara de Lorien, su cara que con sencillez me miraba como me miro aquella vez y como de nuevo con voz melosa me volvia a rogar: - Duende, cuéntame un Cuento -. De nuevo mi piel volvia cálido escalofrio de sensasión, mi pluma me miraba y mi corazón latia, toda la belleza en la nostalgia afloraba.

La candidez de su figura vuelve a inspirarme letras para recuerdo...


Sensaciones en la memoria que nunca fueron sueños, sino cuentos de hadas creados por gentes que saben vivir sus sueños y hacerlos realidad, sueños de los ciertos de los que los pelos de punta, a los duendes nos ponen... Sueños de nostalgia que surgen para hacerlos tornar realidad.


Así es como, yo, Gouild El Duende alado color esperança, en cumplimiento de la palabra, a ella dada, lleno las hojas de este bosque con las palabras de los recuerdos y las historias acaecidas en todos mis viajes, como agradecimiento a las experiencias vividas con aquelllas gentes. Historias que viven recogidas en Noble Roble, mi morada, mi nostalgia, mi alma, para poder contaroslo a todos, como le te prometí a ella aquella tarde, ante la hoguera. Estar bien atentos a lo que en el suceda mientras a la dulce Lorien, yo se lo cuento...


Gouild el duende alado color esperança