Cartas a mis Caprichos - VIII Carta de Azar

CARTAS A MIS CAPRICHOS

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Carta Octava

VIII- CARTA DE AZAR

Cartas a mis Caprichos - Octava

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Estimadas Caprichos:

Muestran su felicidad mis palabras, agitando una vez mas sus alas, al poderos hacer con esta carta, participes de la enorme y grata sorpresa que ha sido recibir esta mañana, una misiva de mi gran y insustituible amigo, nuestro buen Azar. Cuatro sencillas letras que el loco del destino me ha hecho llegar hasta Noble Roble, mi casa, mi morada, mi hogar. A saber como lo ha conseguido y porqué lo ha hecho, aunque me tiene tan sorprendido su gesto que tanto me da, tan solo me limitaré a disfrutar de otra de sus desbaratadas suertes y de las locas formas de celar que tiene, de ese modo tan particular, tanto por mi existencia como también por la vuestra. Así que tan pronto he acabado de leer la Carta de Azar, me he dispuesto a escribir esta, para haceros llegar copia de la misma y con ella así, también permitiros a vosotras que podáis sentir vuestra piel erizarse, como hojas de otoño que agitadas por el viento, vuelan hasta poder ser acariciadas por el reluciente azul del cielo con el que me ha hecho hoy amanecer... Mi leal camarada: Azar.

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Apreciado Corazón de Duende:

Primeramente agradeceros la confianza que desde el principio depositasteis en mi para ser el privilegiado mensajero de vuestras Cartas a Mis Caprichos.

Aunque los seres como yo difícilmente sabemos dar nombre al sin fin de sensaciones que ustedes nos hacen vivir, he de confesaros dos o tres cosas: La primera que espero me disculpéis por haber osado por mi curiosidad haber abierto, leído, releído y incluso diría saboreado desde la primera hasta la ultima de las palabras hasta ahora escritas por vos y dirigidas con semejante tacto a vuestras maravillosas Caprichos. Os pido también disculpas por la envidia que nació en mi desde el momento en que conocí a las primera de ellas. Entiendo ahora como alguien como vos puede llegar a alcanzar esos sentimientos por todas y cada una de ellas, algo tan sincero y puro, tan honesto y verdadero como esa emoción que los acaba por hacer latir en mágicas nubes rosas sus sentimientos y a la que ustedes llaman: Amor.
Amor , que bella palabra que como dijo una vez el profeta: Vive sin la necesidad de recibir nada a cambio de él, ya que la recompensa del mismo, se encuentra tan solo en tener el privilegio de amar al ser amado con esa misma intensidad hasta la Eternidad.

Por último, daros gracias de esta indescriptible oportunidad de que me habéis brindado al poder vivir en primera persona esta sublime aventura de buscar y entregar a estas tan especiales criaturas, que son todas ellas, pudiendo también tener así, la oportunidad de conocerlas una a una y de contemplar sus semblantes al tomar en sus manos, como tesoros lejanos, los sueños y emociones que encerradas en sus letras descansan en cada una de vuestras Cartas. No dudéis un momento que ocuparé el tiempo que haga falta para acabar mi cometido, entregando se las hasta la última de ellas. Hasta ahora no había poder nunca experimentar, el sonrojo, el desdén, ni la devoción de contemplar sonrisas con trazos tan hermosos, como las sonrisas de ellas, ni semejantes brillos en los misteriosos y profundos ojos de ninguna mujer. No cabe lugar ya para mi la envidia empieza a ser menor, ya que también yo me siento un privilegiado. Quien hubiera dicho nunca que el torpe de Azar lograría sortear con su propio destino por culpa del capricho de un duende. Loable engaño el vuestro sin duda, mil veces deseo que engañéis al mundo para semejantes cometidos.

Tan solo un ruego a todo ello estimado compañero, preferiría que esta carta no llegara nunca a ninguna de ellas, el desnudo de sensaciones que escondo en ella, me haría ruborizar de modo desconocido por mi cuando haya volver a visitar a cualquiera de ellas. Aunque si decidís hacerlo, será un mal trago que sin duda aprenderé a soportar con grato placer. Una vez mas, os doy mil gracias por todo lo vivido gracias a vos. Atentamente,

Azar

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Como veis, el bueno de Azar esta mas que impresionado y satisfecho con su labor, como yo mismo también, lo sigo estando cada día mas, por la misión a la que un día me empujasteis a llevar a cabo: Tomar el Corazón de trapo que vosotras remendasteis y llenarlo de la Magia de este Corazón de Duende. Gracias y mil gracias a todas y un beso grande a todas y otro beso alado a cada una de vosotras. Atentamente...

Sorin Mircea Ciccerone

Corazón de Duende